Mientras la mayoría de las rutas turísticas de Finnmark apuntan a Nordkapp, su parte más oriental esconde un magnífico tesoro. Si os gusta esa sensación de estar en medio de la nada viajando en vuestra furgoneta, rodeados de naturaleza y sin aglomeraciones de gente, sin duda alguna os recomendamos que os salgáis de la ruta estándar hacia Cabo Norte, para dedicar unos días a recorrer esta región de Noruega.
Solemos salir de ruta en nuestra Camper sin mucha planificación, nos gusta improvisar sobre la marcha y esto es lo que hicimos en nuestro viaje a Noruega. La idea inicial era subir desde Girona hasta Nordkapp, pasando por Suecia, lo más rápido posible para después bajar tranquilamente por Noruega, pero cambiamos de idea mientras estábamos subiendo. Teníamos días suficientes como para aplazar nuestra llegada a Cabo Norte, así que decidimos explorar primero el este de Finnmark (y valió mucho la pena).
Después del pequeño percance que tuvimos la primera noche de nuestras vacaciones y conducir durante 4 días sin parar, cruzamos Finlandia en dirección Tana Bru, donde cogimos la E75 (ruta turística nacional) hacia Hamningberg. Esta solitaria carretera costera os descubrirá el Fiordo de Varanger y las poblaciones de Vadsø y Vardø.
Vardø está ubicado en una isla, conectada al continente mediante un túnel que pasa por debajo del mar (en Noruega os encontraréis muchos de este tipo). Podéis hacer parada rápida allí para ver la instalación en memoria de las mujeres que fueron asesinadas en la caza de brujas de 1600-1692 y encontrar algunas de las obras de arte callejero que hay repartidas por el pueblo.
Con las fuerzas recuperadas, seguimos nuestro camino hacia Hamningberg, una pequeña aldea a la que se accede desde un cruce justo saliendo de Vardø. Recorrimos 44 km por una carretera de un solo carril que bordeaba la costa. Rocas afiladas, altiplanos que desembocaban al mar y playas salvajes hicieron que el trayecto fuera espectacular. Era lo primero que veíamos en Noruega y desde ese mismo momento, el país nos enamoró. Solo nos cruzamos dos coches en todo el recorrido, perfecto para poder disfrutar del trayecto.
Delante de una de las aisladas y pintorescas casa que salpican la costa, podéis rellenar botellas de agua del Ártico 😉 ¡muy fresquita y buena!
Y al fin llegamos a Hamningberg, un pequeño pueblo pesquero, casi abandonado, que desprende una magia especial. No había nadie paseando por el diminuto pueblo, las pocas personas que habían estaban refugiadas en sus casas.
Decidimos buscar un sitio para dormir y nos dirigimos hacia un parking que hay señalizado en la entrada del pueblo. Pensábamos que sería un simple parking, pero fue mucho más que esto: fue el primer sitio furgoperfecto en Noruega. Lo podéis valorar vosotr@s mismos con las fotos que os dejamos a continuación. ¡Os recomendamos que paséis la noche allí!
Hasta aquí la primera parte de nuestra experiencia en furgo por el este de Finnmark. Pronto subiremos el segundo post, con más sitios mágicos.
De momento os dejamos el mapa con todo nuestro recorrido, sobre el que os iremos contando todo los detalles!
Mientras tanto… ¡salud y Km!
Los Bimbos 😉
3 comentarios en «El este de Finnmark, la joya de la corona de Noruega (parte I)»