¡Seguimos con nuestra ruta de Carcassonne a Girona en furgoneta! Después de explicaros como fue nuestra experiencia en Carcassonne y Peyriac de Mer, hoy os narraremos el viaje de Peyriac de Mer a Collioure, con paseo por la costa de Cerbere incluido.
Collioure
Llegamos a Collioure el domingo sobre las 11h de la mañana y el pueblo estaba saturado. En Collioure hay muchos parkings para absorber la gran cantidad de turistas que van a visitar la población, pero la mayoría de ellos tienen barrera con límite de altura, por lo que nosotros no entrábamos con nuestra Bimba. 🙁
Al final aparcamos en el camino que hay antes de llegar al Camping de la Girelle. En el mapa podéis ver toda la ruta que hicimos hasta el parking en cuestión.
Al estar un poco alejados del centro, cogimos las bicicletas y bajamos hasta el centro, donde las pudimos aparcar sin problema. El domingo había mercado, lleno de productos de la tierra. Nos resistimos a las compras, porque teníamos la furgoneta llena de comida, y nos fuimos a visitar el Castillo Real. Ese día el Castillo estaba en obras, por lo que solo nos cobraron 2€ de entrada.
Al salir fuimos a dar un paseo por el centro, para hacer tiempo antes de comer.
En todos los restaurantes ofrecen menús con pescado de la costa. Nos permitimos el lujo y comimos una parrillada de pescado 😛 .Con la barriga demasiado llena, visualizamos en el alto de la montaña otro castillo y decidimos hacer un poco de ejercicio para compensar. Se trataba del Fort Saint Elme, un fuerte militar construido de 1538 a 1552. Se puede visitar, con una entrada de 6€. El paseo fue muy agradable y las vistas compensaron el pequeño esfuerzo.
Una vez de vuelta al pueblo, dimos un paseo por la zona que aún no habíamos visitado y, sobre las 19h, cogimos fuerzas para volver a las bicis y subir la cuesta que había sido tan divertida de bajar por la mañana. No fue lo mismo de subida :/
Cerbere
Al ser aún temprano, decidimos subir a la furgo otra vez en busca de un bonito sitio para pasar la noche. Recorrimos la costa dirección Cerbere y nos metimos en todos los cruces que parecían llevar a la playa, hasta encontrar este parking, antes de llegar a Cerbere. Es el que se visualiza detrás de la playa de la foto y el destino de ruta en el mapa de Google.
No había limitación de altura ni ninguna señal de prohibición para poder pasar allí la noche. Así que ni nos lo pensamos.
Al día siguiente nos levantamos tranquilamente y decidimos ir a caminar un poco. Hay un pequeño sendero, muy bonito, que recorre la costa y descubre pequeñas calas para poder refrescarse. Aquí os dejamos algunas fotos de la ruta. Es un camino sencillo, por lo que es apto para todo el mundo.
Si cogéis este caminito dirección Cerbere, pasaréis justo por el camping municipal del pueblo. Es austero, pero goza de unas grandes vistas al mar.
El caminito no tiene fin, por lo que cuando estuvimos cansados, giramos y nos paramos en una cala, para poder darnos el primer bañito del año! 🙂
Con mucho apetito, llegamos de nuevo a la furgoneta para darnos un homenaje en forma de bistec de buey. Una buena forma de coger fuerzas para la vuelta a casa e ir a trabajar al día siguiente. Nuestro fin de semana de tres días había terminado.
Esperamos que os haya gustado la pequeña ruta. Pronto os descubriremos nuevos sitios.
¡Salud y Km!
Los Bimbos 😉
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