El fin de semana pasado aprovechamos de que había tres días de fiesta, para hacer una salida en furgoneta improvisada. Cogimos nuestra Bimba y salimos a la carretera dirección Francia. Sobre la marcha decidimos ir hasta Carcassonne. ¿Habéis estado?
Al ser un poco tarde, decidimos tomar la autopista para llegar antes. Salimos de Girona y fuimos por autovía hasta la frontera. Allí ya tomamos la A9, hasta justo antes de Narbonne, donde hay una salida dirección Carcassonne para incorporarte a la A61.
Si no tenéis prisa, os recomendamos hacer la carretera de la costa: es preciosa y, además, te ahorras los 20€ de autopista ;).
Carcassonne
La ciudad es conocida por su imponente ciudadela amurallada, una construcción medieval que os transportará a una época remota. En 1997 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Dentro de la fortaleza han montado un tinglado turístico considerable: restaurantes, hoteles, tiendas, galerías de arte incluso un museo de la tortura :/ No somos muy fans de este modelo, pero esto no impide de que podáis disfrutar de esta maravillosa construcción e imaginaros por un momento que revivís un pasado histórico.
Aparcamos justo al lado del puente de la foto.
Como ya habíamos estado y llegamos a Carcassonne sobre las 18:30h, nos recorrimos el casco antiguo en 2 horas aproximadamente. La lluvia que se acercaba también nos hizo andar a paso ligero. 😉 De todos modos, si no habéis estado nunca, es un sito que puede dar mucho de sí: podéis pasar el día entero por allí e incluso el fin de semana entero. Es un destino ideal para parejas, amigos y familias.
Podéis visitar la web oficial de turismo de Carcassonne para más información.
En nada llegó la lluvia, así que nos montamos en la furgoneta, fuimos al supermercado en busca de unos buenos quesos franceses y un buen vino para cenar y seguimos por la carretera. Esta vez decidimos ir por autovía.
Al día siguiente habíamos quedado con unos amigos en Collioure, así que tranquilamente hicimos camino hacía allí. La tormenta que cayó nos ralentizó un poco y estábamos cansados. Así que decidimos mirar el mapa, en busca de un buen sitio para hacer noche. Vimos que había una entrada de mar cerca de Narbonne, así que nos salimos de la autovía dirección Bages.
La carretera es preciosa y nos cruzamos con una familia de jabalíes con, al menos, 10 crías. (no nos dio tiempo de sacarles una foto 🙁 ). Recorrimos la costa hasta llegar a Bages, un pequeño pueblo rodeado de viñas que tuvimos que pasar por no encontrar ningún parking para nuestra “gran” Bimba.
Seguimos la carretera hasta el siguiente pueblo, cruzando pequeños caminitos, rodeados de mar. Pasamos un par de AC, que habían decido hacer noche en una explanada justo al lado de este caminito.
Nosotros decidimos seguir explorando la zona hasta Peyriac de Mer.
Peyriac de Mer
Antes de entrar en el pueblo, hay una zona para AC y furgonetas. Antes de decidirnos, nos adentramos en el pueblo para ver cómo era, hasta que llegamos a un pequeño embarcadero con una zona de aparcar. Lo vimos y, sin pensarlo, decidimos quedarnos allí: sitio tranquilo, justo al lado del mar y sin prohibición para dormir. ¿Qué más se puede pedir? ¡Pues los quesos y el vino que habíamos comprado! Mmmm…final de día perfecto 🙂
Seguía lloviendo y hacía mucho viento, así que lo único que pudimos hacer es ir a dormir para tener fuerzas para el día siguiente.
Cuando llegamos estábamos solos en el embarcadero, pero por la mañana vimos otras dos AC a 500 metros de donde aparcamos nosotros. Tened en cuenta que era 15 de mayo, temporada baja. Por lo que nosotros no tuvimos problemas para dormir, pero puede ser que en pleno verano no lo tengáis tan fácil.
¡Hasta aquí la primera parte de la ruta! Pronto subiremos la segunda parte, en la que os presentaremos Collioure y una pequeña ruta costera que hicimos andando. ¡Ya podéis ver la segunda parte de la ruta!
¡Salud y km!
Los Bimbos 😉
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